Yo que recorro los mares
y que palmo a palmo el mundo
de un confín a otro confín
Hoy tomo mi ultimo rumbo,
desde mi cuerpo hasta el tuyo,
desde donde estoy a ti
Tu que recorres Lisboa
y sus calles y sus fondas,
con hombres de una sola vez
Tu serás mi último puerto
para amarrarme a tu alma
y sólo yo vivir en él
Faro que alumbras al mundo,
por encima de la tempestad.
Devuélveme la esperanza
y que brille mi estrella,
pero no en soledad.
Oye mi voz, mi última oportunidad.
Faro que alumbras al mundo
alumbra mi vida
Fotos y cartas marchitas,
de cuando planes y sueños
aun vivían en su piel
Dos vidas en dos maletas,
entre Lisboa y Madrid,
en una estación de tren
Él se durmió para siempre
con su billete en la mano,
en un banco en el anden,
y ella se apagó de golpe
como se apaga una vela
después del amanecer
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