No es la versión china de ‘Buscando a Wally’, ni tampoco es un capítulo de la famosa serie ‘Black Mirror’ de Netflix. Es realidad. China cuenta con un arsenal de cámaras instaladas por sus calles y usan como base el reconocimiento facial para detectar y vigilar a sus ciudadanos.
Un sistema extenso de vigilancia asentado en la inteligencia artificial que en varias ocasiones ha demostrado su fiabilidad detectando gente en el metro, en la calle o en lugares con poca afluencia de gente.
Este gran hermano asiático ha vencido a sus límites y ha conseguido reconocer una cara fugitiva en un concierto que reunía a más de 60.000 personas. La pasada primavera, este sistema ya comenzó a vigilar a los ciudadanos poco cívico.
Jiangbei, Jinan y Suqian fueron las primeras ciudades en multar a aquellas personas que se salten las normas e, incluso, sus imágenes eran proyectadas en grandes pantallas para dar ejemplo de comportamientos incívicos.
Este sistema inteligente va más allá y aquí sí la ciencia ficción parece tomar vida. El sistema diseñado por el Gobierno de Pekín identifica y además establece un sistema de puntuación que resta puntos, como el carnet de conducir español o como uno de los capítulos de ‘Black Mirror’.
Un sistema que da acceso a beneficios sociales como acceder al transporte público, alquilar coches, opciones de financiación o realizar grandes compras.
Dejar una contestacion
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.