Primero se escucha un crujido. Luego una serie de sonoros chasquidos hacen temer lo peor. Las placas de anclaje saltan, un enorme tubo que soportaba el muro sale disparado y cae sobre una excavadora… La fascinante escena nos llega desde un terreno en obras en la ciudad de Beyoglu, Turquía.
Las autoridades han culpado a las lluvias del desastre, y desde luego no hay otra palabra para definirlo. La presión del terreno destrozó completamente un enorme muro de contención que se había construido para albergar el estacionamiento subterráneo de un hotel.
El accidente no terminó ahí. El alud de tierra que rompió el muro y rellenó el terreno en obras dejó prácticamente sin cimientos en los que sostenerse a un bloque de apartamentos cercano. Pocas horas después, todo el edificio se venía abajo y terminaba en el mismo agujero. Por fortuna, no ha habido que lamentar víctimas, pero el seguro de la obra va a tener que hacer muchas horas extras.
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