
Las Médulas es un entorno paisajístico español formado por una antigua explotación minera de oro romana situado en las inmediaciones de la localidad homónima, en la comarca de El Bierzo, provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León. Está considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano. Este entorno fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996, en atención a su interés arqueológico. Un año después el conjunto fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, y como Monumento Natural en 2002.

El trabajo de ingeniería realizado para la extracción del mineral utilizando el método de ruina montium, supuso la alteración del medio ambiente pero dio como resultado un paisaje de arenas rojizas, cubierto en la actualidad parcialmente de vegetación de castaños y robles. Se considera un «paisaje cultural» y tiene la denominación de «Parque Cultural». Las Médulas es una explotación minera abandonada y no agotada. El paisaje creado recoge las variaciones que los trabajos de explotación realizaron, desde la desaparición de las montañas encauzando sus escombros a lugares concretos para su posterior cribado y filtrado, hasta la creación de un lago artificial debido a los sedimentos acumulados, el lago de Carucedo, así como la inmensa infraestructura hidráulica construida, hay más de 400 km de canales, algunos de más de 100 km de longitud, necesaria para ello.2

El área de las Médulas es zona de explotación agrícola donde abunda el castaño y el cerezo, que son explotados por los habitantes de los pueblos del entorno que mantienen sus costumbres en cuanto a su explotación, los terrenos son comunales pero los árboles, en especial el castaño, son particulares. En sus inmediaciones se encuentra una cantera que a pesar de ser declarada ilegal en 2008 continúa en funcionamiento.

Las Médulas fue en su origen una explotación romana de oro a cielo abierto, aunque los pueblos indígenas prerromanos ya habían explotado el yacimiento, bateando los placeres fluviales. Se estima que los romanos empezaron a trabajar en la zona en la época del emperador Octavio Augusto, quien dirigió personalmente la mayor parte de las acciones que entre los años 26 y 19 a. C. conquistaron definitivamente los pueblos del norte de la península ibérica, astures y cántabros (no se debe confundir el topónimo actual con el monte Medulio, donde tuvo lugar el holocausto de los cántabros, que prefirieron darse muerte antes que entregarse. No obstante, la ubicación del monte Medulio es todavía objeto de discusión), cuando se necesitó el oro para hacer monedas al implantarse este metal, la moneda de áureo con un peso de 1/40 de la libra romana, aproximadamente 8 g de peso, como referente. Entre finales del siglo II y principios del siglo III, la mina fue abandonada debido a su agotamiento.
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